No hace mucho tiempo que hemos tenido invitados en casa a pasar una temporada y he de decir que menos mal que ya se han ido para su casa, porque ya me estaba empezando a cansar de sus rarezas. Aunque seguramente ellos no lo vean de ese modo y a lo mejor piensan que el extraño era yo. A partir de ahora no voy a consentir tan fácilmente que venga gente a la cual no conozco a pasar un tiempo a mi casa, por muy amigos de mi madre que sean. Cuando te invitan a pasar una temporada en casa de alguien, lo más normal es que el invitado se amolde a los gustos de los dueños de la casa y no al revés, que es lo que acaba haciendo mi madre siempre. No creo que tener que comprar leche sin lactosa con calcio para desayunar a gente que no es intolerante a la lactosa sea necesario para complacer a unos invitados que no es que agradezcan nada de lo que se hace por ellos.
Personalmente no creo que cuando vaya yo a pasar una temporada me comporte de ese modo,ni mucho menos, me comporto como invitado ejemplar y siempre me acomodo a todo lo que quieren hacer aquellos que me hayan invitado a pasar una temporada. La semana que viene me han invitado a pasar una semana en casa de unos amigos en Vitoria y casi no van a notar ni que estoy allí. Yo voy a hacer mi vida normal con la única diferencia en que por las tardes estaré con mis amigos que hace bastante tiempo que no puedo ver.
Espero tener suerte y que el tiempo me acompañe mientras esté allí, por eso he escogido estas fechas donde ya no hace tanto frío y podré salir de casa a pasear cuando a mí más me convenga y ya me he buscado una piscina a la que poder ir por las mañanas mientras mis amigos se van a trabajar. Eso es importante para mi, ya que voy a la piscina todos los días y no quiero que unas vacaciones interfieran en mi entrenamiento.