Uno de mis amigos más cercanos ha estado en el hospital bastante recientemente y por lo que me estuvo contando durante los días que fui a visitarle me decía que lo peor de estar allí era lo que le daban de comer y de beber, porque decía que la comida era mala que es algo que todos sabemos, pero que el café con leche que le daban para desayunar y para merendar eran incluso peores. Cuando iba a verle siempre me decía que le llevase un cartón de leche semidesnatada unicla para poder tomarla en lugar de la leche que le daban allí. Pero no quise hacerle caso ya que los que trabajan en el hospital saben mejor que mi amigo lo que era mejor para él en ese momento. Por fortuna, mi amigo ya ha podido salir del hospital aunque le han puesto una dieta bastante estricta y no le queda otra que cumplirla por obligación, porque el confinamiento le ha cogido en la casa de su novia y ella es la que se encarga de que cumpla con la dieta, le guste o no. Mi amigo está bastante mal acostumbrado a comer todo lo que le da la gana y no es que coma cosas demasiado saludables cuando está en su casa. Pero creo que que le pillase el confinamiento en casa de su novia le ha venido muy bien porque él vive solo y no iba a hacer ni caso a las indicaciones que le habían dado los médicos. Desde que estamos en estado de alarma me llama todos los días para contarme lo que le han obligado a comer y yo por norma general me río de él porque sé lo que está sufriendo por no poder comer las cortezas de cerdo que come siempre cuando voy a su casa y que a mi me huelen tan mal. A veces pienso que las come delante mía porque él sabe que no me gusta nada el olor.
Esperemos que esta situación no dure tanto como nos están haciendo pensar y que todos podamos hacer lo que más nos gusta, ya bien sea comer lo que nos gusta o salir de fiesta con los amigos.