Cuando necesitas un teléfono móvil nuevo lo habitual es que tu compañía de teléfonos te ofrezca la posibilidad de comprarlo. Pero hasta hace poco, la mayoría de compañías que te vendían un móvil lo hacían a precios bajos, pero sus teléfonos no eran compatibles con otras empresas. Una vez que pasaba el periodo de permanencia, tenían la obligación de liberarlos, pero esto era complicado ya que muchas veces ponían excusas y alargaban las cosas tanto que el cliente acababa aburrido y comprando otro teléfono si querían cambiar de compañía.
Los móviles mundo r siempre fueron libres. Esta compañía fue la primera en ofrecer a sus clientes móviles que podían utilizar con cualquier tarjeta, sin importar la compañía telefónica. A cambio de esto, es cierto que sus precios son algo más altos, ya que los móviles que venden tienen una pequeña rebaja en comparación con el precio de los aparatos en el mercado. Pero como permiten pagarlos hasta en dos años, el cliente puede abonar una pequeña cantidad cada mes y hacerse con un aparato último modelo.
La rebaja en el precio del terminal viene también determinada por el tipo de contrato de cada cliente. Cuantas más cosas tenga en contrato el cliente, más barato podrá comprar su terminal y mejores ofertas obtendrá. Pero, eso sí, deberá de mantener la tarifa o se le cobrará la diferencia de lo que se haya ahorrado.
No hay intereses en las compras a plazos de los teléfonos móviles por parte de las compañías de teléfono pero, eso sí, el cliente tienen a cambio una permanencia. Si el cliente quiere irse de la compañía antes de tiempo, además de tener una penalización deberá de abonar todo lo que queda por pagar por su aparato en un solo pago.
Ahora, la mayoría de las compañías ya usan este sistema que fue pionero de esta empresa, pero que ya es el más habitual, porque las personas quieren un teléfono que no esté limitado a la tarjeta que están usando en ese momento. Eso les permite cambiar de terminal, pedir uno para un familiar y regalárselo pagándolo a cómodos plazos etcétera.
En cualquier caso, antes de comprar un teléfono hay que comparar precios, ver cuál es el tipo de contrato que nos interesa independientemente del descuento que nos hagan y ver también la permanencia que nos va a suponer.