El trabajo es la parte más importante de mi vida desde hace años. Tomé la decisión de centrarme en mi trabajo porque era lo que realmente quería. Por suerte, estamos en una época en que ya no se mira mal a una mujer por sacrificar la familia por el trabajo. Todavía soy joven y quién sabe lo que pasará en el futuro, pero en este momento estoy centrada en mí porque creo que estoy en el momento clave de mi carrera.
Pero el hecho de haber tomado esa decisión no quiere decir que todo haya salido bien. Dedicar mucho tiempo al trabajo puede tener sus desagradables efectos colaterales. No supe gestionar bien mi tiempo y lo acabé pagando a nivel físico por no seguir una dieta equilibrada. Tantas comidas de trabajo y tantas cenas a última hora en el despacho terminaron por perjudicarme. Y tuve que parar.
Porque una cosa es centrarse en el trabajo y otra sacrificar la salud por el trabajo. Y eso no es lo que quiero. Así que empecé a gestionar el trabajo de otra manera, tratando de ser más productiva en el trabajo a cambio de tener más tiempo para mí, para cuidar mi salud. Y he descubierto que la cocina me relaja un montón, junto al gimnasio es la mejor forma de desconectar que conozco.
Lo cierto es que no tengo mucha idea de cocinar, pero sí me gusta rodearme de buenos ingredientes. Y para comer bien tampoco se necesita ser una chef. Abro la tablet y busco en tiendas gourmet algunos productos que me encandilan como las Conserva de Sardinillas en Aceite de Oliva al Limón. También se puede ser creativa a la hora de comprar. Cuando voy en el taxi o el avión he dejado de chequear el email de trabajo cada diez minutos y buceo por la red buscando nuevas delicatessen. Le estoy cogiendo el gusto a comprar productos singulares por internet.
Aunque ahora gestiono mucho mejor el tiempo que antes, lo cierto es que tampoco me puedo permitir recorrer la ciudad buscando tal o cual producto: así que reviso en internet a ver qué me puede ofrecer. Y lo bueno es que hoy en día se encuentra de todo, como la Conserva de Sardinillas en Aceite de Oliva al Limón, una de mis preferidas que me combina perfecto con un vino blanco al terminar la jornada.