Todavía recuerdo cuando mi mujer no sabía ni lo que era un smartphone: “que sí, que puedes buscar cosas por internet desde el teléfono, chatear con amigas, tener un grupo con compañeros del trabajo”. Y así, un buen día se compró un móvil. Y casi sin darme cuenta, se convirtió en una experta. Ahora es ella la que me da lecciones a mí sobre el uso del móvil, mientras yo lucho porque deje de tenerlo pegado todo el día a la mano…
Lo último ha sido convertir a nuestra niña en una estrella de Instagram. Bueno, apenas tiene un puñado de seguidores, pero mi mujer cree que puede conseguir que se convierta en la próximo superstar de las redes. Yo, de momento, me hago el sueco, a ver como acaba la cosa, porque también sé que no tiene mucho tiempo para estar sacando fotos a la niña y no creo que la cosa pase a mayores. Pero nunca se sabe.
El armario de la niña es el doble que el mío, no es broma. Tiene tanta ropa que podría nacer tres veces más. A mi mujer tampoco le tiembla el pulso a la hora de comprar ropa por internet. El otro día me habló de una nueva web para Comprar Collares para niños online, me dijo que eran muy baratos, y yo le dije: “pues si son tan baratos, compra 100”. No entendió el chascarrillo… pero compró.
A mí también me gusta ver a la niña bien vestida, no lo voy a negar. Hay días que, de verdad, parece la hija de alguna pareja famosa de Hollywood y entonces empiezo a pensar en buscarle un agente y a ver si nos saca de pobres. Pero luego me acuerdo que tengo el fogón encendido y vuelvo a la realidad.
Yo la he empezado a seguir en Instagram, claro. Mi mujer le hizo unas fotos después de Comprar Collares para niños online. Iba con un vestido muy chulo y uno de los collares y estaba estupenda. La foto tuvo un montón de likes. Quizás deberíamos comprar una cámara profesional y un set de iluminación, ¿no?