Con la edad es frecuente que aparezcan en el rostro manchas. En principio, pueden ser pequeñas pecas pero poco a poco pueden ser manchas de mayor o menor tamaño. En el caso de las mujeres, esto se ve todavía más acentuado por los cambios hormonales que acompañan a la menopausia.
Este tipo de manchas suelen ser vistas como algo normal y mucha gente se resigna a que son otro signo de la edad, como las primeras arrugas o las canas. Pero si luchamos contra las arrugas con tratamientos de diferentes tipos y podemos escoger tapar las canas con tintes, ¿por qué no tratar de mitigar esas manchas?
El primer paso para hacerlo es acudir a un dermatologo especialista en tratamientos cara en Vigo que analice la piel y descarte que pueda haber cualquier problema. Una de las razones por las que aparecen estos problemas de pigmentación de la piel es la acción acumulada del sol y por eso hay que descartar que pueda haber algún tipo de lesión maligna.
Una vez que el dermatólogo tiene claro que la piel está sana y que solo es un problema de pigmentación, podrá ofrecer diferentes tratamientos para que esas manchas desaparezcan totalmente o al menos se atenúen.
Este tipo de tratamientos son muy variados ya que van a depender de la edad de la persona, de su tipo de piel y también de su presupuesto. Pueden ir desde cremas cosméticas específicas para las manchas hasta tratamientos con láser. Pero todos tienen en común que es necesaria constancia y esperar un tiempo para poder ver los resultados.
Evidentemente, estos resultados van a merecer la pena ya que el aspecto de la piel será mucho más bonito y también mucho más juvenil. Esto es especialmente importante en las manchas de la cara, ya que es lo que más expuesto está a las miradas y es la zona de piel que tiene un mayor impacto en nuestra apariencia.
Pero no son pocas las personas que tratan las manchas en otras zonas de su cuerpo, sobre todo las manos. Hasta hace poco, las manos eran muy difíciles de tratar pero ahora, con los nuevos avances, ya hay alternativas para cuidar la piel tan delicada de estas y conseguir que las pigmentaciones no sean tan visibles. Gracias a esto, pronto podremos decir que es falso que las manos siempre descubran la verdadera edad de las personas.