No sé porque la gente se empeña en empeñarse en probar cosas nuevas, cuando es de sobra sabido que no siempre lo que pruebas te va a gustar. A mi personalmente no me gusta nada lo de tener que probar cosas nuevas y no lo hago nunca, y me molesta mucho que me intenten obligar a hacerlo, y eso me pasa más a menudo de lo que os podéis imaginar. Cada vez que tenemos una cena o vamos a casa de alguien siempre hay uno o una que sabe que no me gusta una cosa que han hecho e intenta hacerme probarlo, muchas veces casi tengo que enfadarme para que dejen de insistir. El otro día unos amigos probaron unos batidos asturiana y se pusieron bien pesados para que los probase y sólo con olerlos ya supe que no me iban a gustar.
La gente cree que si prueba cosas nuevas les va a cambiar la vida, personalmente prefiero seguir viviendo en la ignorancia y comer solamente las cosas que me gustan, y es muy raro que algo que pruebes te vaya a cambiar la vida, lo más lógico es que las cosas nuevas no nos gusten si no ya las tomaríamos de antes y no serían nuevas. Es como cuando te obligan a comer las verduras de niño, esas verduras nunca te van a gustar porque el trauma que te provoca que te las hayan obligado a comer ya te condiciona a la hora de comerlas. Eso me recuerda al anuncio que ponían en la televisión hace un tiempo que iba de un niño que no se comía las verduras y se las volvían a meter en el frigorífico para que se las tomase a la noche, eso me pasaba a mi bastante a menudo, hoy en día esas cosas ya no pasan, los niños dominan a sus padres como quieren y no les dejan otra opción a los padres que hacerles solamente aquellas cosas que les gustan.
En definitiva, los cambios mejor lo dejo para los aventureros para mi no son y no creo que nunca lo sean.