No hace muchas semanas ha empezado un nuevo programa sobre videojuegos, pero creo que ese programa no es lo que se dice para mí, no vi nada en ese programa que me pudiese enganchar. Pero estoy seguro que muchos jóvenes más impresionables que yo se están pensando en sacarse una Diplomatura en Diseño de Videojuegos en Madrid después de ver los programas.

A mi me gusta jugar a los videojuegos pero lo que no me gusta es ver cómo juegan otros jugadores y tampoco comprendo por qué a otras personas les iba a gustar ver jugar a otros, como mucho lo verían para poder aprender nuevos trucos de algún juego específico. Que esa es otra, te ponen a jugadores jugando a juegos que a lo mejor ni conoces ¿como nos va a gustar eso?

Llevo jugando a los videojuegos desde que nos compraron a mis hermanos y a mi una consola primitiva en los años ochenta, los juegos eran por decir algo, un poco de la edad de piedra. Pero en aquellos días esos juegos eran lo no va más y nos divertíamos mucho. Si le pones esos juegos a los niños de hoy en día que están acostumbrados a juegos muy completos con muchos colores y buenos gráficos te lo tiran a la cabeza, pero no saben lo que se están perdiendo. Estos juegos antiguos no eran lo que se dice difíciles pero en aquella época eran una novedad y al principio no sabíamos muy bien cómo jugar. Poco a poco íbamos aprendiendo, pero la dificultad también iba subiendo según ibas avanzando en el juego, más que la dificultad lo que subía era la velocidad del juego.

Todavía tengo esa consola en casa, mi madre la guarda como oro en paño, pero no sé si todavía funcionará lleva sin encenderse un montón de años. Con los años he tenido varias consolas de videojuegos pero esos primeros recuerdos con la vieja consola nadie me los va a poder quitar nunca. Los juegos podrán haber mejorado pero lo divertido de estos juegos es la competición que es lo que de verdad me gusta.