Hoy en día con todos los problemas que está causando el molesto coronavirus a muchos bares no les queda más remedio que tener que sobrevivir gracias a sus terrazas porque dependiendo de la situación en la que se encuentre el pueblo o ciudad, los gobiernos no dejan que en los interiores de los bares se consuma o que solamente puedan entrar un porcentaje muy pequeño. Y en una ciudad como la mía en la que en cada calle hay varios bares las terrazas por fuerza tienen que separarse unas de otras mediante separadores de terrazas para saber donde empieza la terraza de un bar y donde comienza la terraza del otro bar. En un trabajo que tuve hace ya unos años, tenía un compañero que venía de Barcelona y me comentaba que estaba alucinado con la cantidad de bares que hay en nuestra ciudad, que en Barcelona no había tal cantidad de bares en las calles. Es cierto que en mi ciudad, para no ser una ciudad demasiado grande tiene una cantidad de bares por calle bastante elevada. Y en Barcelona no sé cómo será porque no he ido nunca, pero en Madrid que alguna vez fui a visitar a uno de mis hermanos y sí que no hay tantos bares como debería de haber en una ciudad mucho más grande que en la que yo vivo. Caminando por Madrid yo buscaba y buscaba pero los bares que encontraba o estaban cerrados o no tenían demasiada buena pinta como para entrar, así que puedo decir que mientras duró mi estancia en Madrid no fuí ni a un solo bar, menos mal que al lado de casa de mi hermano había un chino que te vendía todo lo que pudieses querer y fue lo que me salvó cuando fui de visita a Madrid.
He de decir que desde que empezó esta pandemia todavía no he vuelto a pisar los bares, no veo la necesidad de meterse en un sitio con gente que no conoces y que no sabes cómo se han protegido o como se protegen contra el virus.