En casa de uno de mis amigos más cercanos el calentador de agua hace bastante que no funciona y no os creáis que mi amigo ha movido un dedo para llamar a un sitio de reparación de calentadores en Vigo porque como en su casa no es que pase demasiado tiempo, prefiere no gastar el dinero que le cobrarían por arreglarla hasta que sea estrictamente necesario. Por la semana se pasa en su casa un par de días y después se va a casa de sus padres o a casa de su novia, por eso no hace nada para poder arreglar el calentador. Yo soy el encargado de vigilar la casa cuando él no está, y he de decir que para mí mejor porque así tengo un sitio donde estar cuando no tengo nadie con quien quedar. Durante los meses de confinamiento, cuando comenzaron a dejarnos salir a la calle los primeros días los pasé allí porque en las calles había demasiadas personas y todavía no estaba preparado para mezclarme con muchas personas. Durante esos días que nos dejaban salir a partir de las ocho de la tarde la gente parecía que no había visto una terraza de un bar en años porque estaban más que concurridas, normal que el alcalde se enfadase al ver las terrazas como estaban y mandó unas amenazas que funcionaron para que la gente se relajase un poco.
Hoy en día aunque las autoridades me dejen salir por las noches, no tengo ganas de salir y prefiero ir al piso de mi amigo para pasar allí la noche, allí tengo la tele con un montón de canales y si me compro una botella me puedo poner una copas tranquilamente sin que nadie que no conozco me pase demasiado cerca o venga a molestarme. Es cierto que me paso allí bastante tiempo pero por lo menos allí gasto poco dinero, estoy resguardado del tiempo y nadie viene a molestarme a no ser que yo le invite, y yo solamente invito a uno de mis amigos para poder verle por lo menos una vez a la semana ya que desde que volvió a trabajar lo veo bastante menos de lo que le veía antes.