Es frecuente que haya siempre una polémica entre qué es mejor: el libro o la película. Lo cierto es que, por regla general, cada cosa es mejor para el formato para el que ha sido creada. Lo que funciona en un libro en el cual el ritmo puede ser mucho más lento y se puede centrar más en el mundo interior de los personajes, sus sentimientos, sus planes o incluso la descripción del entorno, no funciona de igual modo en el cine. Por eso, es habitual que haya cambios en la historia que hagan que esta se adapte mucho mejor al ritmo que se necesita para una película.
Incluso en las películas que respetan con fidelidad la historia plasmada en el libro es frecuente que se tengan que introducir cambios para lograr que el ritmo se adapte a la pantalla y se tengan que dejar de lado recursos que funcionan muy bien en la literatura, pero no en el cine.
Esto puede ser complicado de entender para algunos escritores que están muy acostumbrados a trabajar en sus obras pero que no entienden o no tienen la formación para entender el mundo del cine. Y esta es la razón por la que la adaptación de los libros a un guión suele realizarse por parte de un profesional, incluso cuando el propio escritor colabora. La colaboración del escritor se suele deber al afán de este por controlar su obra y lo que se hace con ella y también a motivos comerciales, pero en muchos casos es meramente testimonial.
Los guionistas son profesionales formados con estudios tales como un Master en Guion de Cine Madrid y que saben muy bien cómo funciona una historia en la pantalla. Por eso, sus trabajos son mucho más fáciles de ajustar y se corresponden mucho más con lo que es necesario para que el resultado final sea atractivo para el público. Y este es el motivo de que sean guionistas profesionales los que se encarguen, en muchos casos, de adaptar novelas al cine.
Y hablamos de guionistas porque es frecuente que se trate de un trabajo en equipo, a diferencia de lo que es la creación de una novela, que es algo individual. Varios guionistas pueden colaborar en un único trabajo y darle así una mayor variedad de detalles, creando siempre un trabajo congruente.