Productos de todo tipo pueden sacar al mercado promociones especiales con versiones VIP de sus artículos destinados a clientes que buscan algo más selecto y que quieren disfrutar de lo mejor. Es el caso de vinos o cavas que ofrecen un packaging promocional personalizado para celebrar un aniversario o por otras circunstancias. Estas son algunas de las razones por las que crear un packaging personalizado:
-Un aniversario. Hay fechas especiales que los clientes de siempre querrán celebrar junto con la marca. El packaging especial puede ser de diferentes tipos, por ejemplo, una caja metálica para una botella de vino o de cava o un diseño de frasco creado por alguien famoso para un perfume.
-Fechas señaladas. Algunos productos aumentan significativamente sus ventas en campañas muy concretas. Por ejemplo, los bombones en Navidad. Por eso, muchas marcas sacan packagings promocionales que hacen referencia a esa época del año y que hace que sus productos resulten mucho más atractivos para ser regalados. Esa apariencia mejorada puede ser para todos sus productos durante la campaña o para una selección especial que solo se venderá durante la misma.
-Campañas específicas para un tipo de tiendas concretas. Por ejemplo, algunos productos tienen ediciones más exclusivas para las tiendas de los aeropuertos, en las que se suelen comprar regalos de última hora para la familia. Es el caso de muchos dulces que podemos encontrar en versiones distintas de las que se encuentran en supermercados, mucho más atractivas y fáciles de vender para un regalo original y diferente.
Los packagings especiales pueden serlo solo porque su diseño es distinto, pero sin cambiar su material ni lo que es el interior del producto. Pero también pueden darse packagings muy exclusivos entre los que destacan los realizados en metal. Estas cajas de metal pueden tener diferentes acabados, algunos diseñados especialmente para un producto y registrados, de modo que estos resultan mucho más llamativos en cualquier estantería y tienen una imagen mucho más exclusiva que el producto normal.
Los acabados brillantes, con purpurinas o con diferentes efectos consiguen dar al packaging una apariencia más festiva y de celebración o un aire más elegante y sofisticado. Tan importantes son estos packagings que algunos se convierten en piezas de colección, sobre todo cuando están unidos a marcas muy concretas que tienen un prestigio y una trayectoria entre los coleccionistas de todo el mundo. Por este motivo, pueden salir en ediciones muy limitadas que aumenten su valor.