«Urge comprar caravana de ocasión», «busco autocaravana de segunda mano» y otras solicitudes son cada vez más frecuentes en las plataformas de compraventa de segunda mano. Este mercado ha experimentado un boom en España durante los últimos años, influyendo en sectores como la automoción, al desviar la demanda de vehículos nuevos hacia los seminuevos y de ocasión. En este sentido, las caravanas y autocaravanas quizá sea uno de los mejores ejemplos.

Esta preferencia por los vehículos y remolques usados frente a los de concesionario encuentra explicación en ventajas como la inmediatez. Mientras que las autocaravanas de fábrica están sujetas a trámites y plazos que pueden prolongarse durante meses, las de segunda mano pueden adquirirse sin esperas, satisfaciendo a nivel administrativo un cambio de titularidad ante la Dirección General de Tráfico (DGT).

Del beneficio anterior se deduce que el papeleo es menor en la compraventa de segunda mano. Esta menor burocracia redunda positivamente en el pago de impuestos, que caen del 21% al 4-8% dependiendo de la Comunidad Autónoma, sin mencionar la ausencia del impuesto de matriculación, que alcanza en muchos casos el 14,75%.

Por otra parte, los costes de depreciación hacen del vehículo de segunda mano una compra más sensata para grandes y pequeños ahorradores. Se estima que cada coche nuevo pierde de media el 60% de su valor durante su primer lustro de ‘vida’. Sólo durante el primer año se devalúan un 20%, según fuentes especializadas. Por el contrario, determinadas caravanas y vehículos ampliamente utilizados en campering (Volkswagen Kombi T1, por ejemplo) tienden a revalorizarse con el paso del tiempo.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en el mercado de las caravanas y autocaravanas de segunda mano. La ausencia de garantías es un aspecto negativo a tener en cuenta, al igual que la historia del vehículo en cuestión, que en muchos casos esconderá problemas como la falta de documentos o las irregularidades mecánicas.