La leche calcio ya no llama la atención a nadie porque está presente en todos los supermercados y son muy numerosas las marcas que la ofrecen. Pero, ¿por qué enriquecer con calcio un alimento que ya lo posee? Pues la respuesta es fácil, la mayoría de la gente asocia leche con calcio pero, aun así, no toman las dosis recomendadas de este mineral básico para la salud.
Esto es todavía más importante en niños, en personas mayores y en mujeres en la menopausia, ya que son las etapas de la vida en las cuales es más necesario tomar, al menos, las dosis mínimas recomendadas para el correcto desarrollo de los huesos, en el caso de la infancia y para evitar la osteoporosis y otros problemas de desgaste óseo.
Una de las causas de que no se tome suficiente calcio está, por ejemplo, en no tomar bastante leche. Esta bebida gusta a la mayoría de las personas pero no a todo el mundo por igual. Mientras que hay niños que podrían beber leche todo el día a todas las horas, otros se toman un vaso en el desayuno y eso con suerte.
Las personas mayores y la leche
En el caso de las personas mayores ocurre lo mismo. Muchos no están acostumbrados al consumo de leche en la edad adulta, asociándolo a un alimento infantil y por eso no ven la necesidad de tomar varios vasos al día. Al darles leche enriquecida no necesitan beber tanto para obtener el mismo beneficio, por lo que es muy bueno para su salud.
Pero, además, hay otro problema. La leche no solo contiene calcio, también tiene grasas. Y por eso no es buena idea tomarla en exceso, sobre todo si se trata de leche entera. Pero la leche desnatada no suele convencer a los mayores que siempre han tomado leche de vaca auténtica. Con la leche enriquecida con calcio el aporte de este mineral será el mismo, pero el consumo de grasa será la mitad, algo importante cuando se quiere perder peso o se sufren problemas de colesterol o de triglicéridos.
Sabiendo esto es fácil ver que la leche con calcio no es una moda ni un truco comercial, sino que tiene una gran importancia y que facilita mucho el llegar a esas cantidades mínimas recomendadas que tan necesarias son para todos nosotros, pero más aun para las personas mayores.