En el corazón de las Rías Baixas, se encuentra Ribadumia, un municipio gallego que te invita a una escapada rural inolvidable. Rodeado de viñedos, playas y paisajes mágicos, este destino te ofrece una desconexión total del ritmo frenético de la vida diaria. 

Para completar tu experiencia, nada mejor que alojarte en uno de los hoteles rurales con encanto en Ribadumia. Estos establecimientos te sorprenderán por su arquitectura tradicional, su ambiente acogedor y la calidez de su atención.

Casas do Souto: Un conjunto de casas rurales independientes que te ofrecen la privacidad y la tranquilidad que buscas. Disfruta de sus amplios jardines, piscina y barbacoa mientras contemplas las vistas panorámicas del valle.

A Casa da Viña: Un hotel rural con un toque de modernidad, donde podrás relajarte en su jacuzzi o disfrutar de una copa de vino en su terraza con vistas a los viñedos. 

Casa Grande de Briallos: Un pazo del siglo XVII restaurado con mimo, que te ofrece una experiencia única en un entorno histórico. Disfruta de sus salones con muebles de época, su biblioteca y su jardín con árboles centenarios.

Hacienda de Agrelo: Un hotel rural rodeado de naturaleza, ideal para los amantes del senderismo y las actividades al aire libre. Relájate en su spa o disfruta de una cena romántica en su restaurante con productos de la huerta ecológica.

Quinta de San Amaro: Un hotel rural con encanto y un toque de lujo. Disfruta de sus habitaciones con vistas al mar, su piscina climatizada y su spa con tratamientos personalizados.

Más allá del alojamiento:

Los hoteles rurales con encanto en Ribadumia te ofrecen una experiencia que va más allá del alojamiento. Disfruta de:

– Gastronomía: Degusta platos típicos de la cocina gallega elaborados con productos frescos de la región.

– Actividades: Participa en rutas de senderismo, visitas a bodegas, paseos en barco o actividades culturales.

– Entorno natural: Relájate en la naturaleza y disfruta de la tranquilidad del paisaje rural.

Reserva tu escapada rural a Ribadumia y déjate envolver por el encanto de sus hoteles rurales.