¿Qué tipo de turismo se realiza en Braga?

Braga es una ciudad conocida por su Universidad y también por su historia. Es considerada una de las ciudades más bonitas de Portugal y acuden muchos turistas cada año atraídos por un tipo de turismo muy concreto: el turismo cultural. Y es que el centro de Braga, con sus edificios históricos, es el punto de máxima afluencia de turistas junto con otros edificios situados en los alrededores de la ciudad y que también tienen mucha historia entre sus piedras.

No es una ciudad demasiado grande, pero cuenta con un gran número de plazas hoteleras para acoger a todos los que acuden a visitarla. Muchos de esos visitantes eligen hoteles bien situados para poder dejar sus coches en un parking Braga centro y visitar la ciudad a su aire, ya que al ser pequeña es fácil recorrerla caminando. Evidentemente, hablamos del centro histórico. Pero, además, existen muchas visitas guiadas y excursiones que llevan directamente a los puntos de interés de las afueras en autobús.

La opción del autobús es la más inteligente para estos turistas que quieren aprovechar al máximo el tiempo, ya que lo normal en esta ciudad es quedarse una o dos noches. Con el autobús y un guía es muy sencillo descubrir todos los secretos de los alrededores de la ciudad de una manera relajada, sin tener que conducir, estar en atascos o buscar en dónde aparcar si llegamos a una hora punta. Todo esto no son preocupaciones para los viajeros de autobús que pueden incluso disfrutar de un atasco charlando o escuchando de los guías fantásticas historias sobre lo que van a ver a continuación.

Como sucede en todo Portugal, Braga es también un buen lugar para hacer un turismo de tipo gastronómico. El bacalao no puede faltar estando en Portugal, donde en cada ciudad hay una receta tradicional única para este pescado. En Braga es el Bacalhau à Moda de Braga. Las frigideiras también son tradicionales de Braga. Se trata de tortillas de harina de trigo con carne picada y huevo. Un plato que es muy sencillo, pero absolutamente delicioso. Y, como no podía ser de otra forma, siempre hay que dejar hueco para el postre que puede ser un pudim Abade de Priscos cuya característica es que no se trata de un plato elaborado solo con elementos dulces, sino que el pudin tiene también ingredientes salados con los que se establece un contraste delicioso.