Viajar pudiendo sentirnos libres y respirar aire puro es algo que se ha convertido en prioridad para la gran mayoría de la gente. La forma de entender los viajes ha cambiado mucho y cada vez son más los que ponen por delante la posibilidad de poder tomar decisiones sobre la marcha e improvisar antes que los viajes en los que todo está planificado al milímetro.
Vivimos presos de horarios, de plannings y de normas, ¿de verdad queremos seguir así en vacaciones? Muchos son los que han respondido que no a esta pregunta y eso ha hecho que negocios como el alquiler de autocaravanas se hayan convertido en florecientes empresas, con listas de espera en muchos casos.
Esto es especialmente así en zonas en las que se puede disfrutar de increíbles espacios naturales, como sucede en Asturias. Las autocaravanas principado alquiler están muy cotizadas, sobre todo porque desde allí es fácil viajar a Galicia, a Cantabria o al País Vasco incluso en escapadas muy cortas. Pero incluso para descubrir esta pequeña Comunidad Autónoma, siempre son una buena idea ya que goza de rincones muy bonitos y diversos, tanto de playa como de montaña.
La autocaravana es la opción perfecta para viajar en pareja, pero también para viajar con niños o incluso unos amigos. Permite ahorrar mucho dinero en comidas, porque se pueden realizar en la caravana y también en hoteles, ya que incluso si se acude a un camping con servicios, siempre va a resultar más económico que un hotel. Además, existen muchas zonas para poder aparcar las autocaravanas y pernoctar rellenando depósitos de agua y vaciando aguas negras.
Con esta forma de viajar los planes pueden cambiar sobre la marcha y si se está a gusto en un lugar, se puede quedar más tiempo de lo pensado ya que no estará esperando una nueva reserva de hotel. Por el contrario, si un lugar no es lo esperado o se visita en un tiempo más breve del que en principio se había programado, solo hay que subirse a la autocaravana, arrancar y poner rumbo al siguiente destino.
Y no importa si los niños tienen que ir al baño o si apetece parar a tomar algo, solo hay que estacionar un momento y se puede continuar la ruta sin tener que parar en bares o establecimientos que no solo nos harán perder tiempo, sino también gastar dinero extra.