HAY QUE SABER LO QUE SE COME

No hace muchos días me presentaron a un chico que me dijo que se dedicaba a ser distribuidor de panga y tilapia congelada para hosteleria y lo primero que le pregunté es qué era la tilapia porque el panga sí que me sonaba pero la tilapia no la había escuchado nunca y me dijo que era un pescado proveniente de África. Yo ya le dije de primeras que no voy a comer nunca un pescado que no conozco, a lo mejor a otra gente no le importa pero a mi sí. Tampoco es que coma demasiado pescado pero cuando lo como me gusta saber lo que estoy comiendo.

 

Siempre he sido un poco raro a la hora de comer, ese ha sido desde siempre mi mayor condicionante a la hora de viajar porque no me gusta probar cosas que no sé lo que son. Aunque tampoco es que me llame demasiado viajar, a lo mejor porque ya me he acostumbrado a no hacerlo, y si hago algún viaje es a algún sitio donde no me cueste descubrir lo que es o que me puedan asegurar que voy a poder comer comidas que ya conozco. Sé que puede parecer un poco raro pero una vez que te acostumbras a no viajar todo es más sencillo y puedo disponer de todo el tiempo para mi. Los viajes más largos que he hecho en los últimos diez años han sido todos dentro de mi comunidad autónoma salvo dos que hice a Vitoria para ayudar en la mudanza a una pareja de amigos que se mudaban a vivir allí. Así que os podéis imaginar lo poco que viajo. Pero no es algo que me quite el sueño porque donde vivo puedo disfrutar de la playa y de la montaña cuando quiera. Es más, con los amigos he ido a comer al monte y al terminar bajar a la playa que estaba a menos de media hora de camino en coche. En pocos sitios se puede hacer una cosa así y a mí me parece más que suficiente para llevar una vida placentera.