Cuatro puntos a favor de las estufas de butano

Con el frío muchas familias comienzan a estudiar Ofertas estufas de butano como una alternativa a otros sistemas como los radiadores eléctricos o las estufas de queroseno. Cada vez se venden más y eso a pesar de que tienen cierta mala fama. Pero es importante saber que si una estufa de butano se utiliza correctamente no tiene peligro alguno y que todas las actuales cuentan con sensores que hacen que se corte el gas en caso de que los niveles de oxígeno de una habitación desciendan.

El primer punto a favor de las estufas de butano es el precio. Por un precio inferior a cien euros puedes tener uno de estos aparatos y las bombonas, aunque su precio varía, pueden oscilar alrededor de los quince. Una bombona puede durar entre una y dos semanas con un uso frecuente y prolongado, por lo que es una calefacción realmente económica.

Su capacidad de dar calor es otra de las cosas que tienen en cuenta los compradores. Las hay de diferentes tamaños, pero una estufa media puede calentar cualquier habitación normal e incluso una doble, del estilo de las italianas. Incluso si se pone en el pasillo puede ser suficiente para tener unan temperatura agradable en un apartamento pequeño. Además, tan solo con encenderla ya se comienza a notar el calor, es inmediato, algo que también es muy valorado. Una vez que se apaga, la sensación cálida no se va rápidamente, como sucede con un calefactor.

Con una estufa de butano no hay que realizar montajes y este es el tercer punto a su favor. No hay que colgarla de la pared, ni hay que disponer de un enchufe. Lo único que hay que hacer la primera vez que se usa es acoplar la goma del butano, algo que según en donde se compre puede llevarse ya hecho para casa pero que en cualquier caso no supone un gran problema. Y, a partir de aquí, ya no hay nada más que hacer que colocar la bombona.

Por último, como hemos dicho, las estufas actuales son muy seguras. Aunque es importante no usarlas con la puerta cerrada, todas cuentan con sensores de seguridad que hacen que el aparato se apague si se detecta que el aire comienza a estar cargado. Otros consejos es mantenerlas a una distancia segura de muebles y cualquier otro objeto inflamable, no dejarlas funcionando mientras se duerme y evitar que los niños pequeños se queden solos con ellas porque podrían quemarse.